viernes, noviembre 26, 2004

Las tardes soleadas

¿Una constante? ¿Una coincidencia?
Una despedida o una bienvenida, el corazón arrugado y la garganta hecha nudos.Nada más deprimente que una tarde soleada para sentirse ínfimo, cual hormiga en el pavimento hecha trizas por una sucia combi.

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